La legalización federal del cannabis: Un tema clave en las elecciones presidenciales de Estados Unidos
Forbes México.
La legalización federal del cannabis: Un tema clave en las elecciones presidenciales de Estados Unidos
Con las elecciones presidenciales de noviembre acercándose, la candidata demócrata Kamala Harris ha puesto la legalización federal del cannabis en el centro de su campaña, posicionándola como una herramienta clave para promover la equidad racial y el crecimiento económico en Estados Unidos. Junto a su compañero de fórmula, Tim Walz, actual gobernador de Minnesota, Harris ha presentado su “Agenda de oportunidades para los hombres negros”, un plan que incluye la promesa de legalizar el cannabis a nivel federal si son electos.
Este enfoque no solo busca corregir las injusticias del pasado, sino también crear nuevas oportunidades para las comunidades afroamericanas que han sido afectadas de manera desproporcionada por las políticas de criminalización del cannabis.
La propuesta de Harris se basa en la premisa de que el cannabis ha sido un motor de desigualdad racial durante décadas. Según la ACLU, las personas negras tienen 3.6 veces más probabilidades de ser arrestadas por posesión de cannabis en comparación con las personas blancas, a pesar de que las tasas de consumo son similares entre ambas poblaciones. En algunos estados, como Montana y Kentucky, esta disparidad es aún mayor.
Harris busca cambiar esta realidad mediante la legalización federal del cannabis, argumentando que, al hacerlo, se podrían desmantelar las barreras legales que han frenado a los hombres negros, brindándoles acceso a una industria que hasta ahora ha estado fuera de su alcance.
El potencial económico de la legalización es inmenso, pero las barreras de acceso a la industria han sido especialmente altas para las comunidades afroamericanas. Aunque los afroamericanos representan el 14% de la población de Estados Unidos, solo el 2% de los 30,000 propietarios de negocios de cannabis en 2021 eran negros. Esta desigualdad, según el plan de Harris, es una de las muchas barreras que deben eliminarse para asegurar que las comunidades negras tengan acceso a la riqueza generacional que puede ofrecer un mercado de cannabis legal y regulado.
Harris ha prometido trabajar con el Congreso para establecer un marco legal que no solo legalice el cannabis, sino que también garantice la equidad en la participación de las comunidades históricamente marginadas, como la comunidad latina. Esta promesa de justicia económica representa una de las piezas clave de su propuesta de campaña.
La industria del cannabis tiene el potencial de generar una gran cantidad de empleos y de contribuir significativamente a las economías estatales. Algunos empresarios han señalado que la legalización federal podría ser el impulso que termine con una política de drogas fallida que ha durado más de 50 años. El cannabis tiene el potencial de convertirse en un motor agrícola y económico para muchos estados, al mismo tiempo que proporciona nuevos ingresos fiscales y empleo.
Además, figuras clave de la industria, como Gibran Washington, CEO de Ethos Cannabis, han destacado que la legalización abriría nuevas oportunidades para la investigación científica, permitiendo el desarrollo de tratamientos médicos innovadores basados en el cannabis. La legalización podría, por tanto, revolucionar no solo la economía, sino también el acceso a nuevas terapias médicas.
A medida que se acercan las elecciones, tanto Harris como Donald Trump han expresado su apoyo a la reforma del cannabis, aunque con enfoques diferentes. Mientras que Trump ha prometido trabajar para proporcionar servicios bancarios seguros para las empresas de cannabis autorizadas por los estados y ha apoyado los derechos estatales para legislar sobre el cannabis, su enfoque es más limitado en comparación con la visión de Harris para una legalización federal que fomenta la inclusión y la equidad.
La administración Trump ha tenido un historial más restrictivo en relación con el cannabis. Durante su primer mandato, su fiscal general, Jeff Sessions, revocó el Memorándum Cole, que limitaba la intervención federal en los estados donde el cannabis era legal. Esta postura contrasta con el plan de Harris, que propone un enfoque integral para garantizar que la industria del cannabis sea una oportunidad accesible para todos, especialmente para aquellos que han sido más afectados por su criminalización.
La promesa de Kamala Harris de legalizar el cannabis a nivel federal ha colocado el tema en el centro del debate electoral de noviembre. Con el potencial de transformar tanto la justicia social como el crecimiento económico, la legalización del cannabis se ha convertido en una cuestión clave en la contienda entre los dos principales candidatos presidenciales.
Para Harris, la legalización del cannabis no es solo una cuestión de política económica, sino una herramienta fundamental para corregir décadas de injusticia racial y ofrecer nuevas oportunidades para las comunidades afroamericanas. El resultado de las elecciones de noviembre podría no solo definir el futuro del cannabis en Estados Unidos, sino también marcar un cambio histórico en la lucha por la equidad racial y económica.
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Guillermo Nieto
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