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Murano: una apuesta inmobiliaria desde el Nasdaq
La familia de Marcos Sacal ha aprendido a aprovechar las oportunidades de negocio. Era diciembre de 2005 cuando Elías Sacal, su padre, compró un terreno de 223,558 metros cuadrados en Cancún. “[Él] vio un terreno y tuvo la visión de convertirlo en un destino [turístico]”, relata el empresario, quien es el director general de operaciones de Grupo Murano.
Pero la apuesta de la empresa que inició como un negocio familiar hoy es más que ambiciosa. El pasado 5 de abril, Murano incursionó en el Índice Nasdaq de la Bolsa de Nueva York, en Estados Unidos. Así es como Murano Global Investments quiere aprovechar su experiencia como empresa inmobiliaria en el diseño, estructuración y entrega de proyectos hoteleros y comerciales de gran escala en todo México, con un alcance internacional dirigido a inversionistas inmobiliarios institucionales.
“Cuando haces ese cambio [de visión], requieres de institucionalizarte, tener socios, inversión de deuda, de capital”, explica Sacal.
Durante los últimos 20 años, el equipo directivo de Murano ha desplegado más de 2,000 millones de dólares (mdd) en capitalización total para la adquisición, reposicionamiento y desarrollo de proyectos inmobiliarios transformadores.
“Convertirnos en una empresa que cotiza en bolsa representa un hito importante para nuestra organización, ya que abre una nueva fuente de capital y mejora significativamente el perfil internacional de la Compañía, lo que ayudará a avanzar en nuestros planes de crecimiento”, dice, en un comunicado, Elías Sacal , director ejecutivo de Murano.
Su entrada al mercado de valores estadounidense, asegura, les dará mucho más acceso a capital institucional, a deuda pública y así poder traer mayor inversión extranjera a México. “Creemos que la capacidad de la bolsa americana es mayor”, comenta.
La operación en la bolsa se encuentra valuada en 810 mdd, de acuerdo con la información pública emitida en comunicado de Murano.
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El empresario asegura que la empresa continuará con el desarrollo en Cancún y en otros polos turísticos, como Ciudad de México y Baja California, “pero la intención es, con esa obtención de recursos, continuar la inversión en México”, dice. En este sentido, el plan para Grupo Murano será destinar entre un 70 y 80% al turismo y el resto a lo industrial.
Por ahora no tiene intención de incursionar en la Bolsa Mexicana de Valores. “Desgraciadamente el mercado financiero en México está limitado y los proyectos y desarrollos han venido creciendo en tamaño, pero la capacidad bancaria no ha crecido al mismo ritmo”.
La firma cuenta con un portafolio que incluye los hoteles Andaz y Mondrian en Ciudad de México, y Grand Island Cancún I, un resort de más de 1,000 habitaciones ubicado en Cancún, México y gestionado por Grupo Hyatt. Murano también tiene una cartera de proyectos en desarrollo en Baja California y Cancún.
La compañía inició su historia hace más de 20 años, y a lo largo del tiempo ha buscado expandirse, pues tiene la visión de crecer en segmentos como el turístico.
En 2010, la compañía decidió replantear la visión y misión del proyecto empresarial apostando por desarrollos turísticos en destinos como Ciudad de México, Cancún y Baja California. Hoy es una inmobiliaria que posee, desarrolla e invierte en hoteles, resorts y propiedades comerciales en todo el país.
En abril, la firma emprendió la primera etapa del proyecto Grand Island Cancún, con la apertura de Hyatt Vivid Grand Island. Pero lograr listarse en la bolsa y avanzar en el negocio no ha sido fácil.
“Una vez que lo ves construido, lo entiendes, pero ese proceso es complicado. Nos cruzamos con una pandemia [de Covid-19], lo que complicó mucho el desarrollo, había muchas restricciones de construcción, de desarrollo, mucha inflación en mano de obra e incertidumbre. [La operación bursátil y el desarrollo turístico] es un hito muy importante para nosotros como compañía, como familia, como grupo. Aquí empieza el futuro que tenemos por desarrollar”.
El turismo
Marcos explica que su apuesta por el turismo es por su alta derrama económica, la generación de divisas y de empleo, además de que está en constante crecimiento. “La demanda de México como país, de Cancún y de la Ciudad de México en materia turística, ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos cinco años. Lo que tiene México, no lo tiene nadie, a nivel de servicio, de atención, el costo, que lo hace mucho más rentable, las bellezas turísticas, las playas, las zonas arqueológicas, la conectividad, son algunas de las razones por las cuales decidimos hacer esta inversión”, dice.
El negocio parece prometedor, ya que, para este año, el país tiene una programación de 34 millones 845,456 asientos a México de diferentes regiones del mundo, lo que representa el 1.9% más de lo de 2023, siendo el aeropuerto de Cancún el principal lugar de aterrizaje de dichos asientos.
Además, la consultora Deloitte dice que Baja California Sur y Quintana Roo están entre los estados con mejores perspectivas de crecimiento y muestran una sólida recuperación económica del país tras la pandemia. De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), el turismo internacional recuperó el 88% de los niveles previos a la pandemia y se espera que este año se recupere completamente.
Frente a este panorama, Sacal busca ofrecer a los viajeros una experiencia enfocada en wellness, “nosotros reinventamos el all inclusive enfocado al viajero que quiere no solamente llegar a la fiesta, sino que quiere cuidarse, comer sano, hacer ejercicio, explorar y conocer la ciudad, y eso nos da el punto donde está ubicado este proyecto, que no está en una zona complicada de llegar, tenemos conectividad a todos los puntos atractivos turísticos de Cancún”, afirma.
Grand Island Cancún contará con marcas para familias, con 600 cuartos, y para adultos con un total de 400 habitaciones. Además de estos, Grupo Murano cuenta con el Hotel Andaz (operado por Hyatt) y el Hotel Mondrian (operado por Accor) en la Ciudad de México.
Dentro de su pipeline o portafolio comercial también está otro destino: Baja California. “Tenemos un proyecto anunciado públicamente en donde estamos buscando hacer un parque industrial acompañado de un hotel, detonando aún más la zona turística que existe en el corredor entre Tijuana y Ensenada, beneficiada también por el nearshoring”, agrega.
El sureste
El sureste mexicano está de moda. Grupo Murano ve con buenos ojos la inversión que ha hecho el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en esta región. De acuerdo con cifras oficiales, tan solo en 2023 la inversión que ha recibido el estado de Quintana Roo fue de 42,000 millones de pesos, los cuales se han destinado al Programa Integral para el Desarrollo de Proyectos Estratégicos que contempla: el Tren Maya, la modernización del Aeropuerto Internacional de Chetumal, la construcción del Aeropuerto Internacional de Tulum, el Puente Vehicular Nichupté en Cancún, así como el mejoramiento del Bulevar Luis Donaldo Colosio.
“La inversión a nivel municipal, estatal y federal al destino ha sido muy buena, los resultados se ven directamente en el interés. Creemos que toda esa inversión que se está desarrollando en todas las obras públicas son en beneficio de los quintanarroenses y del mercado”, dice Marcos Sacal y explica que ahora como empresa listada en la bolsa estadounidense ve un alto interés por el capital institucional de entrar en México.
De acuerdo con el Inegi, en 2022, el PIB turístico reportó un monto de 2,372 millones de pesos, equivalente a 8.5 % del PIB nacional. Asimismo, tan solo de enero a febrero de este año, según cifras del gobierno de México, el ingreso de divisas por concepto de visitantes internacionales fue de 6,320 millones de dólares, esto es 8.8% más comparado con el mismo bimestre de 2023 y superando con un 39.7% lo captado en el mismo periodo de 2019, antes de la pandemia.
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“Existe ese apoyo a la industria porque sabemos que es una generadora de empleo y derrama económica muy importante”, añade.
Después de la pandemia y con todo el camino recorrido, Sacal sabe que no hay nube que pueda nublar el sueño de Murano. “Este destino ha pasado por todo: por huracanes, por pandemias, por influenzas, por cambios de administración y sigue creciendo, [así que] le vemos mucho camino todavía”, cuenta.
Con su reciente listado en Nasdaq, Grupo Murano quiere desarrollar lo más rápido posible y sumar 2,000 habitaciones más en Cancún y un parque industrial de 350,000 metros cuadrados en el corredor de Tijuana-Ensenada, así como un hotel también en Baja California con 350 habitaciones.
Aquel sueño que tuvo su papá de ver un lugar y convertirlo en destino es algo que él ve repetible no solamente en México, sino a nivel mundial. “Ahora empieza otra etapa con Hyatt, vemos que tenemos una sociedad muy importante y mucho crecimiento con ellos. México tiene todavía muchísimo de nosotros para continuar el desarrollo”.
Marcos agrega que el turismo “es la materia prima que exportamos al mundo. Todo este tema del nearshoring dado los inmuebles que tenemos cercanos a la frontera, se benefician de todo ese ingreso que se está obteniendo y la riqueza que se está generando en el país”.
El Instituto Mexicano para la Competitividad señala en su investigación “Nearshoring: El impacto sobre la Inversión Extranjera Directa” que desde 2021 el interés por invertir en México ha ido al alza.
Según el monitoreo de anuncios realizado por Deloitte, en los últimos tres años se ha notificado sobre más de un centenar de nuevos proyectos, equivalentes a 33,000 millones de dólares. Las empresas aseguraron que ampliarían sus operaciones en México, o bien que invertirán en el país, para aprovechar el nearshoring.
“Aunque la mayor parte de dichos proyectos siguen en la etapa de anuncio (44%), una tercera parte de ellos ya se encuentra operando, mientras que otro 24% está en construcción. Esto indica que, de concretarse los proyectos, los mayores desembolsos de inversión ocurrirán en los próximos años”, detalla la investigación.
Por ahora, Grupo Murano ve un par de oportunidades y espera concretar la expansión de la empresa a través de sus proyectos inmobiliarios. La llegada al mercado bursátil es uno de los pasos que le dan solidez financiera a la empresa familiar que era familiar, pero que hoy sueña en grande.
Murano: una apuesta inmobiliaria desde el Nasdaq
Beatriz Gaspar
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